Padres de la familia de hoy.

Padres modernos, que cuidan su aspecto, que no dudan en cambiar un pañal ni en preparar una mamadera. Los padres de hoy han llegado a ser ( de una forma progresiva) partícipes de la vida familiar.

Estos cambios se han dado principalmente por la inclusión de las madres en la vida laboral,atrás quedó la culpa por abandonar el hogar, y los preconceptos sobre las tareas esclusivas de las mujeres.

Es evidente que en estas transformaciones familiares en las que los roles se han reestructurado, se han ganado muchos beneficios y también se han perdido .

Los padres mantienen ahora una relación más cercana con sus hijos, no temen alzarlo cuando es recién nacido, y poco a poco aprenden todo sobre su crianza. Son más divertidos a la hora de jugar y más prácticos para resolver dificultades. Además de lo positivo que resulta estar presentes más tiempo y mantener una comunicación frecuente a medida que van creciendo.

La imagen de padre de antes era más fría, severa y distante, el padre se encargaba de mantener el hogar y dar las órdenes; imponía su autoridad sin discución. Por lo general la obediencia y el buen comportamiento eran sinónimos de temor.

Hoy el padre se acerca a los hijos y al hogar, pero sin dudas es la madre la que se aleja, y como generalmente ambos trabajan, el tiempo compartido en familia se reduce notablemente, ambos, padre y madre realizan casi todas las mismas actividades ( pero a su modo) .


Lo positivo de esto es cuando madre y padre forman un verdadero equipo, como debe ser, porque ambos concibieron al hijo,y ambos son capaces de ayudarlo a crecer. Y es el hijo el que necesita el estímulo en su desarrollo, mientras la madre dice " cuidado" el padre alienta: "uno más".