Violencia psicológica hacia los niños.

Cuando escuchamos hablar de violencia psicológica es común mirar hacia otro lado.Sucede que el termino es demasiado fuerte y no suponemos que los gritos y los insultos pertenezcan a una categoría de violencia.
Comparemos que pasa con las palabras, que efecto tiene un halago, un comentario favorable, una expresión de afecto.¿Podría decirse que es una caricia?Porsupuesto que sí.
Cuando estamos cansados, sobrepasados, estresados y nuestro niño entra en la habitación tropezándose y desparramando por el suelo un vaso repleto de leche.Le decimos ¿lindo,que hiciste?
Puede que a veces se nos escape un insulto sin mala intensión, pero si acostumbramos a utilizar ese tipo de palabras, terminaremos por arruinar su autoestima.
No servís para nada.Sos un torpe.Sos un tonto. ¿qué ruta seguirán estas frases en la cabeza de un niño?
Puede que lo acompañen durante toda su vida y no le permiten desarrollar la confianza suficiente para emprender proyectos, amar y ser amado, ser felíz.
Es comprensible que como adultos estemos extenuados  y también más de una vez volvemos al hogar furiosos, quizás también recibimos un tipo de violencia , como la agresión de un jefe y los insultos al conducir.
 La violencia verbal y física figura todos los días y en primera plana.
Puede que el niño también tenga sus preocupaciones y frustraciones .Pero el encuentro en el hogar debe ser pacífico, la familia debe ser el espacio en el cual todos se sienten amados y respetados.
Los niños necesitan aceptar sus propios errores y construir una personalidad capáz de reponerse de la frustración, algo que solo se logra alimentando la propia autoestima, y esto ocurre principalmente en el hogar.