¡Los maestros no tienen verguenza!

-"Los maestros ciertamente no tienen verguenza" .... Una señora de unos setenta y pico , posiblemente jubilada pero de la minoría que viven más que dignamente. Afirmó esta observación en voz alta,y lo repitió varias veces moviendo la cabeza negativamente .Se refería al aumento solicitado por los docentes en la provincia de Santa fe. 
Frecuentemente escucho comentarios por el estilo y mantengo el silencio; No porque esté de acuerdo, sino porque no busco confrontar...¿Para qué explicar lo que sólo la experiencia podría comprender?
Para la mayoría de las personas , un maestro es alguien que trabaja cinco horas diarias, tiene tres meses de vacaciones, cobra un buen sueldo y la pasa genial.

-Los maestros no tienen verguenza. ¿Cómo algunos van a acceder a viajar  hasta más de cien kilómetros para llegar a su lugar de trabajo?¿ Qué sed de adrenalina los aventura a pararse en la ruta a hacer dedo ( aún en dias de lluvia)?
 ¿ Qué acción compulsiva los empuja a gastar tanto dinero de su bolsillo en útiles escolares( algunos para prestar después a sus alumnos) materiales didácticos, obsequios de bienvenida, y a veces hasta cortinas para el aula? No tienen verguenza.
 ¿Con que necesidad las maestras gastan en guarderías para sus hijos, si podrían dejarlos con algún pariente?
 ¿ Qué motivos tendrían para preocuparse de los problemas de hijos ajenos?
 ¿Qué inteligencia emocional más pobre los lleva a estresarse con frecuencia ,ante simples problemas de sus alumnos ;como violencia familiar, adicciones y patologías psicológicas (muchas veces no tratadas)?
¿Por qué  a veces se encargan de tareas que no les corresponden, como servir comida en un comedor, limpiar el aula, sonar narices y atar miles de cordones?
¿Qué faceta masoquista hace que encima de todo esto hablen de amor a su trabajo, vocación de servicio etc,etc?
¡No tienen verguenza!..¿ Para que necesitan un aumento en una situación económica tan estable como la actual?
Esta vez hablé, y puse mi mejor mirada de docente ( la que dice ¿ qué es lo que no entendiste?) y le expliqué con detalles, lo que hacemos la mayoría de los maestros, y todo lo que perdemos de hacer gracias a esta vocación. La mirada desorientada de la señora manifestó que no esperaba una respuesta, tal vez antes de criticar lo piense dos veces.
 Por fin pude confrontar con alguien para dejar en claro que :¡Los maestros no tienen verguenza!