Prevenir el abuso sexual en la familia.

La mayoría de los adultos preferimos no tocar un tema tan dificil como el abuso sexual con nuestros niños, pero de nada sirve mirar para el costado, pensando que ocurre sólo en otra familia.Las noticias confirman lo contrario, y sin caer en el alarmismo, debemos pensar responsablemente en acciones preventivas que puedan disminuir al máximo los riesgos.
¿Cómo prevenir el abuso sexual?
Cuidando mejor a nuestros niños, educándolos sobre sexualidad sin temor ni verguenza, eseñandoles a nombrar las partes del cuerpo por su nombre y a identificar las que son privadas, teniendo una comunicación real (de intercambio) y no un monólogo incomprensible, enseñandoles sus derechos, observando siempre los cambios de conducta, y poniéndose en el papel de madre o padre cargosa/o ( el que siempre acude, pregunta, se informa) en cualquier institución a la que asista.
Sin negar que la maldad y la perversión son tan viejas como el mundo,la realidad actual nos demuestra que nuestros hijos están creciendo en uno donde la carencia de seguridad y control los hace más bulnerables, y somos los responsables de su seguridad.

Casados, con hijos y sin sexo...

Lamentablemente, el hecho de estar casados puede convertir a dos personas apasionadas en familiares tan cercanos que casi se sientan como hermanos, sobretodo, cuando tienen hijos.
Es un hecho que la convivencia sitúa a los enamorados en un lugar muy distinto al del noviazgo, en el cual los defectos comienzan a salir a la luz y hasta las virtudes pueden convertirse en obstáculos. Actualmente las parejas pasan por esta etapa a modo de prueba, si resisten pasaran a los papeles, pero lo hagan o no, no tardarán en actuar como "casados"...
Estar casados implica un compromiso con derechos y obligaciones que en una primera instancia se perciben con romanticismo, pero el tiempo a veces los convierte en acciones indeseables.
Cuando los hijos llegan parecen tener el objetivo de unir a la pareja, pero en realidad vienen para interponerse, se meten en medio, rompen los esquemas, cambian las costumbres, y todo eso se refleja en lo que no he estado nombrando: El sexo.
Ambos padres tienen sexo (femenino y masculino normalmente), aunque a veces pueden olvidarse de tener una relación sexual.
Sucede que antes de tener hijos la cama podía convertirse en un paraíso, pero con niños saltando sobre ella, su sentido erótico se esfuma y se parece más a un pelotero, y eso ocurre no sólo con todos los lugares de la casa, que ahora es un hogar, sino incluso con el propio cuerpo.
Y sobretodo si hablamos del cuerpo de la madre, tantos cambios hormonales, embarazos,partos, cicatrices, amamantamiento, transforman esas curvas sensuales en ,en ,en  nada menos que una madre...
Un cuerpo de madre que se acostumbra a servir, cargar, acariciar y ser acariciada de una forma distinta, tan pura que santifica, y puede anular en cierta forma algunos deseos carnales.
¿Y qué pasa con el padre?¿ Donde queda la cabeza del hogar, lleno de responsabilidades, casado, con hijos y sin sexo?
Tal vez se convierta en un ser amargado, crítico y quejoso como el padre de familia  de "casados con hijos" de la serie de los Argento, que tanto identifica a la familia argentina, o tal vez en un grotesco Homero Simpsons, bastante alcohólico, un poco violento y dependiente de la esposa como un hijo más.
Estamos casados y tenemos hijos, somos una verdadera familia, pero ¿Qué ocurre con la pareja? Las relaciones sexuales tienen una frecuencia satisfactoria para ambos?¿ Puede separarse de alguna forma el rol de padre o madre del de marido y mujer?
No sirve de nada pensar que el tiempo pasado fue mejor, en el transcurrir de la vida vamos perdiendo cosas para ganar otras, y de alguna manera sabíamos que pasaría, aunque más allá de este pensamiento conformista está la posibilidad de generar reencuentros, momentos de privacidad en los cuales expresar los sentimientos y deseos reprimidos por largos períodos salgan a la luz.

Alguien dijo por ahí que estar casados y con hijos es realmente horrible, horrible, horrible, horrible, hasta que pasa algo tan especial y grandioso que todo lo pasado vuelve a tener sentido.

Un ejemplo de educación familiar actual.

“Decálogo para formar un delincuente”
 (publicado en el libro de Emilio Calatayud “Reflexiones de un juez de menores”, Ed. Dauro) .




1. Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.

2. No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.

3. Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.

4. No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.

5. Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.

6. Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.

7. Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.

8. Dele todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.

9. Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.

10. Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.

Realmente una critica dura y muy real.Para reflexionar en familia, sin palabras...

¿Vacaciones en familia o niños en colonias?

Las colonias de vacaciones son sólo un invento más para entretener a los niños, quienes desobligados de los horarios de la escuela y de otras actividades opcionales (idioma, informática, deporte, etc) quedan un poco librados a su suerte.
Creo que todos hemos mencionado mas de una vez la diferencia de los niños en la época actual con los de antaño, (nosotros). Durante el año los chicos están saturados de responsabilidades, de horarios, de ir y venir en un trajín rutinario. Desde muy pequeños la mayoría asisten a una guardería, la cual tiene como primeros objetivos la socialización y la adquisición de hábitos. Cuando el año termina se supone que hay una ruptura de estas estructuras y una liberación,y de la mano de las fiestas los niños perciben que se acerca algo grandioso :Las vacaciones en familia...
Pero las vacaciones en familia pronto comienzan a tomar el color de lo que realmente son: un momento de reencuentro familiar que no todas las familias desean. El silencio, producto de la falta de costumbre del diálogo, el aburrimiento, causado por falta de imaginación e incentivación, y la tensión...resultado final de la ecuación.
Somos tan egoístas que cada uno quiere descansar a su manera, y tan poco dispuestos a la negociación que preferimos aislarnos a integrarnos, y los niños pronto descubren que los planes para ellos, previstos con anticipación o espontáneos: son la colonia de vacaciones.
No estoy en contra de las colonias, siempre y cuando estén dirigidas con responsabilidad y eficiencia, y además estos maestros no olviden, que los niños están de vacaciones.
Las vacaciones permiten a la familia reencontrarse, retomar las relaciones con más profundidad, permitirse un tiempo juntos y relajados, otorgar un espacio para el juego, la risa, las manifestaciones afectivas sin el apuro de siempre.
Los niños esperan durante todo el año la magia de las vacaciones , y para que realmente sean mágicas, deben estar plenas de momentos inolvidables, recuerdos que mantendrán la alegría durante el año.

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