La fiebre en los niños.

La fiebre es un mecanismo de defensa, es una luz roja que anuncia que algo no anda bien. Normalmente la fiebre en los niños suele deberse a cuadros virales o a infecciones leves. Pero siempre es un motivo de preocupación para los padres,  por los síntomas del niño ( temblores, escalofríos, sacudidas) , por el desconocimiento de su origen,  y por el miedo a una posible convulsión.

Cuando un niño presenta fiebre de 38° , que se mantiene estable, es denominada" febrícula"; esta puede deberse a un proceso inflamatorio y suele durar tres o cuatro dias.

Si bien los padres no somos médicos, debemos aprender a investigar los motivos ( ¿que comió?¿ cómo durmió?¿ estuvo en contacto con un enfermo? etc) observar los síntomas, controlar la evolución y si la fiebre no cesa luego de tres días ( a pesar de los antifebriles) consultar al pediatra sin demora.

La fiebre en los niños por lo general se presenta a la tarde o noche, por lo que casi siempre toma de sorpresa a todos, pero existen algunos síntomas que la preceden que dependen un poco de cada niño. Muchas madres observamos en los niños un decaimiento, sueño repentino, falta de apetito y si el niño habla manifiesta que tiene frio. Estas son las señales de que la temperatura está elevándose.

Lo más común es medir la fiebre con un termómetro axilar, este tarda 5 minutos, así que paciencia...
Los antitérmicos como : ibuprofeno, paracetamol o dipirona demoran dos o tres horas en hacer el efecto esperado, por lo que si la fiebre no disminuye en seguida es necesario esperar.

Los baños de inmersión son muy aconsejables para lograr un descenso natural de la fiebre, pero es necesario tener en cuenta que si se dá el baño debe postergarse el antitérmico, o la fiebre podría bajar de golpe y no es conveniente.El agua debe estar caliente (no que queme) pero de una temperatura superior a la que usamos normalmente, ya que el agua tibia puede causar escalofríos y resultar en un aumentos de la temperatura.
Los paños húmedos son de gran ayuda (si el niño se lo deja).

La consulta al médico debe realizarce cuando la fiebre se mantiene durante tres días , es de 40° ,y si el niño tiene menos de dos meses y una temperatura de 38,5°.

El mayor miedo de la mayoría de los padres ante la fiebre, es que el niño tenga una convulsión. Las convulsiones febriles son más comunes de lo que uno piensa y generalmente no dejan secuelas, pero es preferible evitarlas mientras sea posible, sobretodo porque no son nada agradables, y a pesar de que pueden durar unos segundos, es una experiencia muy desagradable.

Los bebés y los niños pequeños (menores de cinco años) son más propensos a tener una convulsión febril, esto se debe a que el organismo posee un umbral , es decir tope de fiebre que soporta, luego hace una descarga.

Lo ideal es no permitir que la fiebre suba tanto, evitando arropar en demasía al niño, utilizando  los antitérmicos  alternados con los baños, y teniendo mayor cuidado a la noche porque es cuando más se eleva la temperatura.

Mientras el niño tenga fiebre, seguramente no tendrá apetito, pero se lo deberá mantener hidratado dándole líquido.

Por último un consejo que no siempre puedo aplicar:  tolerancia, calma y una postura positiva.

No hay comentarios:

Busquedas

Entradas populares