Casados, con hijos y sin sexo...

Lamentablemente, el hecho de estar casados puede convertir a dos personas apasionadas en familiares tan cercanos que casi se sientan como hermanos, sobretodo, cuando tienen hijos.
Es un hecho que la convivencia sitúa a los enamorados en un lugar muy distinto al del noviazgo, en el cual los defectos comienzan a salir a la luz y hasta las virtudes pueden convertirse en obstáculos. Actualmente las parejas pasan por esta etapa a modo de prueba, si resisten pasaran a los papeles, pero lo hagan o no, no tardarán en actuar como "casados"...
Estar casados implica un compromiso con derechos y obligaciones que en una primera instancia se perciben con romanticismo, pero el tiempo a veces los convierte en acciones indeseables.
Cuando los hijos llegan parecen tener el objetivo de unir a la pareja, pero en realidad vienen para interponerse, se meten en medio, rompen los esquemas, cambian las costumbres, y todo eso se refleja en lo que no he estado nombrando: El sexo.
Ambos padres tienen sexo (femenino y masculino normalmente), aunque a veces pueden olvidarse de tener una relación sexual.
Sucede que antes de tener hijos la cama podía convertirse en un paraíso, pero con niños saltando sobre ella, su sentido erótico se esfuma y se parece más a un pelotero, y eso ocurre no sólo con todos los lugares de la casa, que ahora es un hogar, sino incluso con el propio cuerpo.
Y sobretodo si hablamos del cuerpo de la madre, tantos cambios hormonales, embarazos,partos, cicatrices, amamantamiento, transforman esas curvas sensuales en ,en ,en  nada menos que una madre...
Un cuerpo de madre que se acostumbra a servir, cargar, acariciar y ser acariciada de una forma distinta, tan pura que santifica, y puede anular en cierta forma algunos deseos carnales.
¿Y qué pasa con el padre?¿ Donde queda la cabeza del hogar, lleno de responsabilidades, casado, con hijos y sin sexo?
Tal vez se convierta en un ser amargado, crítico y quejoso como el padre de familia  de "casados con hijos" de la serie de los Argento, que tanto identifica a la familia argentina, o tal vez en un grotesco Homero Simpsons, bastante alcohólico, un poco violento y dependiente de la esposa como un hijo más.
Estamos casados y tenemos hijos, somos una verdadera familia, pero ¿Qué ocurre con la pareja? Las relaciones sexuales tienen una frecuencia satisfactoria para ambos?¿ Puede separarse de alguna forma el rol de padre o madre del de marido y mujer?
No sirve de nada pensar que el tiempo pasado fue mejor, en el transcurrir de la vida vamos perdiendo cosas para ganar otras, y de alguna manera sabíamos que pasaría, aunque más allá de este pensamiento conformista está la posibilidad de generar reencuentros, momentos de privacidad en los cuales expresar los sentimientos y deseos reprimidos por largos períodos salgan a la luz.

Alguien dijo por ahí que estar casados y con hijos es realmente horrible, horrible, horrible, horrible, hasta que pasa algo tan especial y grandioso que todo lo pasado vuelve a tener sentido.

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