Ser padres y mantener la relación de pareja.

Cuando la pareja se convierte en padres cambia inevitablemente.Se vuelven más hogareños, saludables y prevenidos.Pero a menudo se tanta energía en criar al hijo, que más de una vez la relación de pareja se ve resentida.
Cuando nace al primer hijo, los padres experimentan  una transformación sustancial, dejan de ser un dúo, una pareja, dos puntos unidos en el espacio, un ida y vuelta, para pasar a ser un trío, un triángulo, una famila .
La mujer es quien más se transforma con el nuevo rol de madre.La ternura del bebé, el amamantamiento, los cuidados y los mimos hacen que se sienta en otra sintonía en relación al padre.Este también se siente atraído y emocionado con su hijo, pero por lo general, recupera antes el interés por la sexualidad ( o nunca lo pierde).
En realidad lo que se pierde es tiempo y exclusividad.Las horas se ocupan en tareas infinitas y la noche ni siquiera puede usarce para dormir.La casa tiene tres integrantes, y los momentos de soledad comienzan a escasear.
A medida que el bebé va creciendo, los padres comienzan a adaptarse al nuevo ritmo , a la vez que descubren que la pareja y la familia no son antónimos, sino que ambos conceptos se yuxtaponen.
Ser padres es un aprendizaje progresivo e interminable, que si dudas resulta más exitoso cuando la pareja está unida.
La  familia de ambos, los amigos, los docentes, serán personas que podrán aportar y brindar ayuda en este proceso, sin embargo nadie le enseñará a los padres como seguir siendo una pareja.
Por eso el hombre y la mujer deben proveerse a si mismos el bienestar y la estabilidad necesaria para que formar una familia no termine por separarlos. ¿Cómo? No perdiendo o restaurando esa identidad de pareja,mediante acciones que la fortalezcan : diálogo,  relaciones sexuales ,cuidado de uno al otro, sorpresas, expresiones de afecto,  llamadas,  mensajes,etc.

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