No es lo mismo el descanso de un individuo sólo o una pareja, que el descanso familiar. ¿Por qué digo esto? Porque cuando se trata de una familia, estamos hablando no sólo de responsabilidades laborales, sino de niños que necesitan y demandan atención. Adultos y niños que no descansan correctamente, predisponen a una próxima jornada complicada.
Condiciones adecuadas para descansar :
- Mantener el ambiente con temperatura agradable.
- Disponer de un horario estable de acostarse (aproximado).
- Cenar en forma liviana , dos horas antes de dormir.
- Disrutar de un baño tibio .
- Atenuar o apagar completamente las luces.
- Poseer espacio en la cama para dormir.
- Dedicar unos momentos previos a actividades relajantes.
Claro que cuando formamos parte de una familia, necesitamos que estas condiciones se repitan en cada uno de los integrantes, tarea que no es tan fácil como parece.
Si uno de los miembros de la familia se despierta, se siente enfermo o tiene miedo (sobre todo en el caso de los niños), la calidad del descanso se verá reducida significativamente.
A veces las condiciones mencionadas son tan relativas, que si una se altera las otras pierden importancia; por ejemplo si tenemos todo el espacio necesario en la cama para dormir, pero estamos super preocupados porque un hijo está enfermo, la primera no sirve de nada y a veces preferimos perder espacio y ganar tranquilidad.
Es por eso que el descanso familiar es tan difícil desde el principio; En el embarazo porque la panza molesta, luego porque el bebé recién nacido demanda alimento, después por la angustia de separación, los miedos, la fiebre, las preocupaciones escolares, y en la adolescencia porque demoran de sus salidas o hay que buscarlos.
No obstante cuando somos padres sabemos que dormir bien es sólo una de nuestras necesidades, que se compensa con la felicidad de ver a nuestros hijos crecer , y unas pocas horas de calidad nos bastan para tener un descanso reparador.
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