Vacío espiritual en la familia.

La familia actual es un conjunto de personas cada vez más ocupadas, apuradas, insatisfechas.No perciben el vacío espiritual mientras están en ese acelerado ritmo de vida. Pero cuando desaceleran, cuando se sientan en el silencio del hogar, puede percibirse el  verdadero vacío, entonces aparece el aburrimiento, el desasosiego, la ansiedad; y nadie parece a gusto entre esas cuatro paredes, y luego de unos minutos, todos prosiguen con su ritmo.
El ser humano necesita elevarse, expresar sentimientos profundos, creer en algo superior.Cuando a la religión la sustituye un vacío, a la expresión artística otro, al afecto, uno más; es normal sentir la necesidad de ocupar la mente constantemente, consumir desmesuradamente cualquier cosa para evitar encontrarse con esa verdad.
El espíritu, más allá de su definición insustancial y de incomprobable existencia, es la esencia de la persona,cuando el espíritu de la familia no se nutre con elementos que aviven su esencia, se forman vacíos que terminan provocando desánimo, incertidumbre, infelicidad.
 No importa cuanto avancemos tecnologicamente, ni cuanto nos presione el dinero o la velocidad de la época, la familia necesita pausas, reflexiones y fe , para alimentar su espíritu y resistir frente a las dificultades.

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